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Un vendedor es un alfiler en el mapa de zonas de los gerentes, es una cuota para el jefe de ventas, una cuenta de gastos para un auditor, una hormiga aliada para el cliente, un gran trabajador para su familia. Necesita la resistencia de Hércules, el arte de Maquiavelo, el tacto de un diplomático,
la elocuencia de un orador, el encanto de una persona de mundo y la rapidez del pensamiento de un matemático.
Debe ser insensible a las inclemencias del tiempo, a los insultos y quejas, a la indiferencia; cólera y despecho. Tiene que ser capaz de vender todo el día, entretener a sus clientes, manejar en la madrugada hasta la ciudad más próxima, estar en cualquier momento disponible en su trabajo para atender las inquietudes de los clientes que se olvidan que el vendedor debe descansar, comer y preparar su trabajo y sus informes.
Un vendedor tiene que ser experto en fútbol y naipes, contar buenos y nuevos chistes, ser persona de negocios, bien informado, agradable compañero de mesa y atento para oír historias tristes, chistes malos o pesados, sonreír entusiastamente y presentarse fresco como una flor ante sus clientes, sin importar el cansancio y sus problemas de salud. Quisiera que sus productos fueran los mejores, sus precios más bajos, sus comisiones más altas, su zona más reducida, sus competidores más éticos, su mercadería despachada a tiempo, su jefe simpático y más considerado, su propaganda mayor y sus clientes más humanos. Él sabe que nada de eso ocurrirá, pero es un optimista que siempre efectúa la venta.
Viaja en su vehículo, el de la empresa, igual lo hace en el aburrimiento de un autobús o un tren. Duerme en la soledad de un triste hotel o cualquier cabina de pueblo; lleva en sus hombros el resultado de las ventas del mes u año anterior. Debe de cumplir con la cuota requerida, aunque sienta hambre; llueva o truene. Debe de redactar su informe diario, aunque no quisiera hacer otra cosa más que atender a su familia, brindándole todo el amor que todos los días le ha negado. “La próxima vez que recibas un vendedor, sabes la persona que tienes al frente”.

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